La cerveza fría es un clásico del verano.
Ya sea sola o como ingrediente estrella de una michelada, una clara o una clara limón, se ha convertido en uno de los productos más demandados del verano y que más aceptación gozan entre el público.
Tanto es así, que la cerveza fría ha sustituido al vino como principal bebida alcohólica consumida en un país de una tradición vinícola tan importante como España. Por eso, en este artículo nos hemos propuesto hacer un repaso de las mejores comidas con las que podemos acompañar a una buena cerveza fría para sacarle todo su partido y disfrutar de ella al máximo.
Las mejores comidas para una cerveza fría
- Frutos secos: Es uno de los clásicos de los bares y restaurantes. Un buen aperitivo con cerveza fría puede incluir frutos secos. Lo cierto es que el contraste entre lo frío de la cerveza y lo salado de unos cacahuetes o unas almendras puede resultar de lo más placentero a nuestro paladar.
- Barbacoa: La barbacoa es para el verano, dicen. Desde luego, es debatible. Lo que no es debatible es que la barbacoa debe tomarse siempre que se pueda con una buena cerveza fría. Tanto si tomamos chorizos criollos como si lo nuestro son las costillas, la cerveza fría nunca está de más.
- Pizza: Las pizzas son otro de los alimentos que pegan mucho con una cerveza fría. Mientras que las hamburguesas suelen tomarse con refresco, lo cierto es que la pizza saca todo su partido cuando la consumimos en compañía de una buena cerveza fría, de preferencia rubia.
- Guisos: No sólo es posible guisar con cerveza (una tradición en la que los belgas son especialistas) sino que degustar un buen guiso caliente acompañado de una buena cerveza fría puede ser una de las sensaciones culinarias más placenteras de todas las que vivamos.
- Croquetas y patatas bravas: Las tapas y, especialmente, las cosas fritas van ideal con una buena cerveza fría. El calor de una croqueta o la grasa de una patata frita parece que entran muchísimo mejor cuando las acompañamos de una cerveza especialmente fría.
- Ensalada: Si bien las comidas calientes casan bien con una cerveza fría, en ocasiones también es posible combinarla a la perfección con algo frío. Éste es el caso de las ensaladas, que pueden ser consumidas junto con una buena cerveza fría sin ningún tipo de problemas. ¡Se disfrutan más!
Por Sergio Delgado